DENUNCIAMOS TRATO PARCIAL Y ABUSIVO EN LOS JUICIOS DE ROSARIO

Se registraron desde el inicio de este juicio el 31 de agosto hechos que no hacen otra cosa que confirmar la revictimización de quienes sufrieron secuestros, torturas, cárcel y todo tipo de vejaciones; testigos de asesinatos; de las madres, hijos y familiares.
Estas situaciones fueron ya denunciadas ante el tribunal mediante un escrito firmado por organismos de derechos humanos, testigos, querellantes y organizaciones sociales, sin obtener respuesta hasta el momento.
En el escrito señalábamos, por ejemplo filmaciones ejecutadas por personal de Gendarmería hacia las personas que participaban del inicio de los juicios, lo que fue registrado en video.
Que ante la caída (por culpa de la colocación de las vallas) de una Madre de Plaza de Mayo que intentaba entrar al recinto un integrante de la custodia de Gendarmería dijo “UNA MENOS” causando estupor e indignación a los que pudimos escuchar.
Por órdenes emanadas del tribunal, no se permite la entrada a miembros de organismos de DDHH, ni a militantes políticos, con prendedores identificatorios organizaciones, (se le retiro uno a un concurrente) ni con fotos de su familiar Desaparecido, que no tiene ninguna otra connotación que la de ser justamente, familiar; Y mientras esto sucede, el tribunal permitió durante toda la audiencia que uno de los imputados, Daniel Amelong exhibiera una vincha donde se podía leer claramente la palabra “LEGALIDAD” y un portafolios en que se leía “CFK PERDISTE, ENTENDELO” agraviando a las instituciones democráticas.
Debemos agregar que las deficientes características del recinto donde se desarrolla el juicio, denunciadas oportunamente por los organismos, crean situaciones dificultosas para los asistentes, lugar consentido por el tribunal, y producto de ello varias personas se descompusieron.
Desatacamos la falta de respeto diaria de no cumplir la hora de inicio de los juicio, obligando a los testigos a una espera innecesaria e incómoda. Además, cada vez que deben hacer un pequeño cambio, se pide "un cuarto intermedio" que obliga a más de una persona interesada de participar de estos juicios históricos a retirarse de la sala sin poder volver.
Asimismo, se dio la orden de parar a un gendarme toda una audiencia frente a una madre, porque “miraba los apuntes de Amelong”. Esto es realmente lo último que estamos dispuestos a soportar.
Sentimos que estos jueces, no están actuando a la altura de lo que la sociedad espera de un Tribunal de la Democracia, y queremos recordar a las todas las autoridades competentes y participantes, que los imputados por delitos de Lesa Humanidad, son los que están sentados en el banquillo de los acusados. Destacamos además, que este es un logro de los Organismos de DDHH , Testigos y Querellantes y Organizaciones políticas y Sociales después de más de 30 años de lucha, por lo que no son los concurrentes al juicio quienes tienen que probar su voluntad de que se lleven adelante en las mejores condiciones, no solo para los genocidas.
Señalamos y denunciamos las dificultades, el maltrato y la falta de respeto mostrada por el tribunal, los abogados defensores y los imputados hacia los familiares, testigos y querellantes.
Pero estas dificultades no empañan la realidad de los hechos por la contundencia y fuerza de los relatos testimoniales. Las pruebas aportadas por la fiscalía son irrefutables y determinan la comisión de delitos de lesa humanidad cometidos bajo la jurisdicción del segundo cuerpo de ejército.
Los testimonios son categóricos y concluyentes a la hora de determinar que existió un plan sistemático de exterminio por parte de quienes subvirtieron el orden constitucional y detentaron la suma del poder público para imponer el terrorismo de Estado con la consecuencia de desapariciones, secuestros, robo de niños, centros de tortura y exterminio y las demás atrocidades cometidas al amparo de la doctrina de seguridad nacional.
Queremos realizar este reclamo en la certeza de que no permitiremos un sólo ataque más a ninguno de los participantes de as audiencias.
Exigimos el mismo respeto que nosotros demostramos.